LA GRAN COLOBORACIÓN DE UN TÉCNICO:
EL ARGENTINO RODOLFO PIAZZA
Audaz Octubrino pasó por un momento difícil cuando por algunas diferencias económicas se fue al Perú el arquero Manuel Dávila. Fue entonces cuando los directivos en lo apurado del momento contrataron a un arquero de la trayectoria y la experiencia del argentino Rodolfo Piazza, quién no podía estar en el equipo de las “camisetas coloradas” desde el mes de marzo por problemas de aquella entidad. Llegó un buen día Rodolfo con la alegría del que tiene nuevamente la oportunidad de reaparecer, de volver a demostrar todo lo que sabe.
Poco duró aquella alegría en Piazza pues un hubo como incluirlo en el equipo por no estar en la lista del plantel audacino y todas las gestiones en Machala y en Guayaquil fueron en vano. Rodolfo Piazza no pudo jugar en la “Academia Verde”.
Los dirigentes del club no podían rescindir el contrato recién firmado pues eso hubiera sido una falta de seriedad. Por eso se le encomendó al argentino Rodolfo Piazza la asesoría técnica del equipo, aceptada con todo gusto.
Allí comenzó a desarrollar una tarea ardua junto al paraguayo Lescano y sus charlas a los jugadores, su carácter apropiado para dirigir un plantel, sus grandes conocimientos adquiridos de otros técnicos y de la propia experiencia al recorrer tantas canchas, cumplieron un papel preponderante en los últimos tramos del campeonato en el cual Audaz Octubrino llegó a la final.
Los jugadores supieron reconocer el trabajo realizado por el argentino, sin desmerecer a Claudio Lescano, que a lo largo del todo el torneo se las vio con cualquier cantidad de inconvenientes para llevar adelante al plantel. Rodolfo desde un comienzo les habló claro a sus jugadores y supo hacer respetar su criterio y su forma de interpretar el fútbol.
En un análisis general de todos los entrenadores que pasaron por Machala, considerando los nacionales y los extranjeros, los impostores y los que sabían, coincidimos que fue Rodolfo Piazza quién dejó resultados positivos en poca cantidad de tiempo. Reestructuró el alicaído Audaz, plantel reducido, plantel que tiene pocos elementos y es difícil sacar un equipo homogéneo. De cualquier manera el argentino supo vérselas para conformar el equipo, que si bien sobre el final, en el primer partido de la definición frente al Carmen Mora no le respondieron los jugadores, siempre trabajó con ellos como “técnico”, indicándoles la función a cada uno.
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