Las Diabluras De Una Zurda:
CREACIÓN DE RICHARD ASENCIO
El año futbolístico nos trajo algunas satisfacciones en relación a jugadores que nos dejaron secuelas de esperanzas para nuestro deporte. Richard Asencio, wing izquierdo del Bonita FC, fue uno de los que a lo largo de sus presentaciones nos hizo convencer que estábamos en presencia de un promisorio valor, digno de tenerse en cuenta para el futuro.
¡Cuántas tardes nos llenamos la vista ante esos desbordes de Richard, ganándoles la raya a los marcadores contrarios!
¡Cuántas veces los endemoniados quiebres del punterito “rojo” dejaron por el suelo las declaraciones previas de los marcadores que decían haber encontrado la “fórmula” para anular su juego!
Jugador que en más de una oportunidad puso de pié a las tribunas ante las jugadas electrizantes que iniciaba desde los tres cuarto de cancha. Los marcadores le temían, sabiendo que su cintura aún capaza de “quebrarse” luego del amague engañador, era difícil de encontrarle la “picardía”, esas creaciones que son propias del jugador que surge, que crece en cada nueva presentación, que muestra el genuino instinto de quién nació con “pasta” de jugador que, individualista, sabe crear para su equipo.
Una pierna izquierda que se domina, son dos derechas ante los ojos rivales, porque son difíciles de “tomarle el tiempo”. Y la izquierda de Richard produjo a lo largo del año filigranas que aún están dibujadas en nuestras mentes, como travesuras adolecentes que nunca se olvidan. El año futbolístico nos dejó estas gratas revelaciones; una de ellas, el ascenso del juvenil Richard Asencio.
Muere ya este año; veremos aparecer las luces de uno nuevo que nos proyectará hacia la consideración nacional. También Richard puede estar en los planes de algunos interesados. Por ello queremos que la mente esté preparada para recibir estas frases:
El camino del futbolista está plagado de peligros. El fundamental y para tenerlo siempre presente es el de no creer que todo se ha logrado; no “festejar” una actuación, olvidando que por delante quedan muchas más por realizar. Asimilar los buenos consejos, eliminar del camino los obstáculos de mayor peligro, que son los “compañeros” que destruyen todo con la adopción de vicios de futbolistas incapaces mentalmente. Hay que tener “alma de triunfador” y fomentarla. Y para ello hay que aceptar las exigencias lógica del que quiere llegar al pináculo de la consagración, que es el sacrificio corporal.
Aníbal González Comas
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