NO SE PODÍA PEDIR PERAS AL OLMO:

CON PALIZA CARMEN MORA DERROTÓ AL AUDAZ POR 4 A 0

Jugado el 2 de setiembre de 1973

Antes del partido los audacinos habían prometido hacer lo imposible por dejar bien sentado el prestigio de la institución, pero a la hora de la verdad, en el mismo terreno, Audaz fue un barco en el medio del mar tempestuoso, carente de brújula, carente de “hombres” generosos y fluidores de un fútbol que lo menos que podía mostrar era la garra que debe caracterizar a quién se siente menos técnica y tácticamente menos que el otro.

Como jugó Audaz

El comienzo fue mejor que otras presentaciones anteriores, claro está con su eterno problema de falta de gol. El medio campo era de Moreno, León y García. La defensa respondía, aunque se notaba a Soria con dificultades por el centro y se mantenía la característica de Chávez en jugar expeditivamente. Alava se la jugaba en la marca de Pérez y allí en unas ganaba y en otras perdía el duelo.

Más llegó el segundo tiempo y Juan Pérez en una escapada a los 45 segundos lograba el primer gol para que el conjunto de la “Vieja Casona” perdiera el ritmo y se mandara al ataque tozudamente, sin un esquema ordenado, buscando el “ollazo”. “Ojitos” García jugó un gran partido pese a todo y trabajó en forma constante en su zona, obstruyendo y también creando.

La desesperación por atacar fue mortal y a veces los contragolpes carmelinos obligaban a defenderse solo a Soria y a Chávez contra cuatro o cinco rivales.

García y en menor medida León y Moreno fueron lo único rescatable de Audaz, hecho un manojo de imprecisiones y mal accionar.

Carmen Mora fue Mejor

Medel, Merizalde, Pérez y Báez supieron con capacidad explotar las fallas de la defensa académica y atrás se consagró la figura de Rubén Díaz, que supo congelar el partido cuando había que hacerlo, cuando fue necesario demorar las acciones.

Comprometida situación de Audaz

Perdido este encuentro comenzó la desesperación de Audaz que veía esfumarse su ilusión de lograr la clasificación, que lograría después frente a Estudiantes Octubrinos. Aquella derrota abrumadora y justa por lo realizado en el campo de juego hizo meditar a todos los allegados a la institución de la Academia Verde.