EPÍLOGO
Aquellos visionarios que tuvieron la esperanza de darle una mayor dinámica al fútbol orense y quienes, luego de muchos debates, crearon la Asociación del Fútbol Profesional de El Oro, la A.F.O., el 31 de julio de 1971, pensaron en un futuro deportivo de grandes realizaciones, de muchas conquistas que le dieran prestigio y representatividad en el consenso nacional a esa flamante organización.
Pronto se celebrarán las primeras cuatro décadas de acción continuada, con muchos altibajos, pero con el esfuerzo necesario para lograr el sitial más alto. Han pasado muchas cosas en el camino y es hay una materia pendiente que debe incentivar de cara al futuro.
Hay mucha materia prima que se sustenta en la estirpe gloriosa del orense, que en la historia ha sido bastión inexpugnable, atalaya fronteriza sostenida con tesón y firmeza que supo muchas veces de esfuerzos, de luchas y de sangre. Estirpe que se honrara en aquellas circunstancias de mayo de 1910 al estar junto al líder Eloy Alfaro cuando llegó a la provincia para conducir personalmente la defensa territorial.
Hay en el orense muchas referencias históricas que no dejan lugar a dudas respecto a su idiosincrasia, a su espíritu de lucha, a sus convicciones que en el tiempo tuvo distintos arquetipos donde reflejarse; por tomar solamente un caso, basta con leer sobre la epopeya del guabense Manuel Serrano en la gesta de Pilo del 9 de Mayo de 1895 para formarse una idea cabal acerca del prestigio conquistado en el tiempo.
¿Cómo no sacudirse entonces y avanzar con mayor firmeza? Aquellos dirigentes de 1973 no tenían las herramientas que hoy existen para mejorar cualquier performance. Por entonces no existía el “merchandising”, no había manager, no había entrado la TV al mercado deportivo, en fin, era rudimentario si se quiere el manejo organizativo de las instituciones deportivas que querían conquistar la representatividad provincial en el fútbol mayor ecuatoriano.
La celebración de los primeros cuarenta años de A.F.O. puede servir de acicate para llenarse de nuevas energías y organizarse de la mejor manera para tener un equipo orense en candelero deportivo sudamericano… ¡si otros lo hicieron: El Oro Puede!
Este repaso por una porción de la historia del fútbol orense es de esperar haya sido del agrado de Ud. amigo lector, que tuvo la curiosidad de indagar en estas páginas lo que fue la realidad de hace bastante tiempo. Así nació una nueva etapa en el fútbol de la Provincia de El Oro, el fútbol profesional.
Sabrá comprender las limitaciones de esa época; hoy las cosas son distintas en todo sentido ya que la tecnología, la informática, en una palabra: el progreso, asimismo el descomunal avance que se ha hecho en materia gráfica hacen que se puedan lograr presentaciones mucho más perfeccionadas; no obstante, el objetivo de informar y recordar en base a documentos de otras épocas creo que se puede dar por cumplido en esta reedición.
Me provoca una gran satisfacción poder comunicarme a través de este recuerdo con la tierra que un día abrasé como hijo adoptivo; he escrito estas líneas con la libertad de la distancia, pero unido espiritualmente a vuestra suerte. Pido disculpas entonces si es que algunas expresiones pudieran haber herido la susceptibilidad de alguno, pero tengan por consuelo que la solución de los problemas cotidianos “está en la propia vida y no en los libros, aunque la esencia se guarde en la vida y en los libros”. (Raúl Touceda. Sociedad de Escritores Pcia. de Bs. Aires. 13/5/1962)
Aníbal González Comas
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