LOS GRAVES ERRORES DEFENSIVOS

HICIERON CAER A AUDAZ POR 2 A 1 ANTE CARMEN MORA

Jugado el 2 de diciembre de 1973

Faiffer trataba de llevarse la marca de Felipe Landázuri; Ocampo desde atrás seguía atentamente la jugada.

 Carmen Mora sin hacer nada extraordinario, simplemente aprovechando los escandalosos errores defensivos de Audaz, se alzó con una victoria que no fue tan elocuente en los números, triunfando por 2 a 1.

Hubo un buen “clima de finales”, tanto en las tribunas que alentaban con fervor, como en las acciones del partido jugado con intensidad, pero sin mayor  técnica, escaseando las jugadas de calidad.

Carmen Mora controló la pelota en el primer tiempo, donde con la ventaja del viento a favor llevó cuántas cargas quiso sobre el pórtico de Dávila, ante una defensa que estuvo pésima por parte de los audacinos.

Alineaciones:

CARMEN MORA: Carmen Mora; Felipe Landázuri, Edison Castañeda, Custodio Vargas, Rubén Díaz; Ángel Ocampo, Sergio Medel; Walter Lasso, Bolívar Merizalde, Eloy Báez, Teófilo Jiménez.

AUDAZ OCTUBRINO: Manuel Dávila; Aldo Tobar, Rodrigo Sánchez, Alfredo Soria, Washington Villafuerte; Juan Moreira, Enrique Sinisterra; Alejandro Faiffer, Benito Castro, Daniel Atarama, Jorge Morocho.

Cambios: Juan Pérez por Eloy Báez y Elias Vásconez por Bolívar Merizalde (Carmen Mora); Bolívar Moreno por Jorge Morocho y Jaime Sarmiento por Bolívar Moreno (Audaz Octubrino)

Goles: a los 23’ Bolívar Merizalde (Carmen Mora); a los 31’ Walter Lasso (Carmen Mora); en el segundo tiempo Daniel Atarama a los 31’ (Audaz Octbrino).

Los mejores valores: Ángel Ocampo (Carmen Mora) y Manuel Dávila (Audaz Octubrino)

Árbitro: Hugo Arrieta (muy nervioso y con falta de personalidad)

Jueces de línea: Alfonso Loor y Simón Cañarte.

Rubén Díaz no tuvo inconvenientes en la marca; como nadie lo inquietaba por su banda, trepó con facilidad por su andarivel, dejando en el camino al lento defensa Soria.

 

Ocampo estuvo en todas; su remate no podría ser evitado por Tobar; Soria, que estuvo muy errático, miraba

y lo propio hacía Moreira (semi - oculto), quién perdió “la manija” de ese partido.

Daniel “Canelo” Atarama autor del gol de honor en el primer partido de la final diputada frente al Carmen Mora.

Fue entonces que revivieron las aspiraciones de Carmen Mora de Encalada, que tenía siete puntos y también las de Audaz Octubrino con la misma cantidad, los únicos postulantes que quedaron para dirimir la propiedad de Trofeo “Otto Álvarez García”, quiénes comenzaron una intensa preparación para estos dos partidos finales. Las estadísticas nos demostraban una ligera ventaja para los pasajeños, pero es bien sabido que para toda final, no cuentan las estadísticas, ni los comentarios previos. Allí juegan un papel preponderante los estados de ánimo de los contendores, los nervios y la capacidad individual y conjunto. Nada se puede prever en cuestión  de resultado.

Fue por ello que la afición deportiva de Machala y de Pasaje, la de toda la provincia, comenzaron a “vivir” esta final con intensidad, preparando cantos alusivos, banderines, gorritos y todo aquello que el hincha llevaba al estadio, para demostrar su cariño y su entusiasmo hacia la divisa preferida.

Algunos comenzaron a apostar mucho antes de las fechas indicadas para estos partidos de la final. Todos esperaron con incertidumbre estos dos partidos entre el Audaz Octubrino de la ciudad de Machala y el Carmen Mora de Encalada de la ciudad de Pasaje.

Gran trabajo de Ángel Ocampo

Cuando los audacinos salieron al campo de juego pensando en la marca, sucedió todo lo contrario en el desarrollo del encuentro, cuando ellos mismos se encontraron sorprendidos ante la marca impuesta por los pasajeños, sobre todo por Ángel Ocampo que se multiplicaba para anular al mejor hombre de Audaz: Daniel Atarama; de esta manera Ocampo hizo naufragar todos los intentos de la “Academia”.

Siempre lo mismo: un atacante audacino, tres o cuatro defensas pasajeños; Faiffer cabeceaba hacia atrás sin suerte, ante la marca de Landázuri y Vargas; Castañeda saltaba también.

Enrique Sinisterra, creador de la jugada del gol convertido por Atarama;

también en el segundo partido de la final sirvió el gol de honor de la “Academia Verde”

Desastrosa defensa académica

La defensa del Audaz que tantas veces habían sido considerada  como una de las mejores del campeonato, estuvo desconocida en ese encuentro, con un Alfredo Soria equivocado completamente en la ubicación y causante de los dos goles convertidos por Carmen Mora.

La pelota se paseaba frente al portero Dávila, que estuvo indeciso y ni Plácher ni Soria podrían intervenir;

felizmente la pelota saldría afuera por escasos centímetros.

Desordenado ataque de Audaz

El panorama ofensivo de Audaz estuvo equivocado en su planteamiento, cerrándose sus hombres, sin buscar la explotación de sus puntas y máxime olvidándose de la colaboración de Atarama celosamente marcado.

Los goles carmelinos

Los goles conseguidos por los pasajeños no provinieron de jugadas hilvanadas, sino que fueron verdaderos “regalos” de la defensa rival. El primero fue convertido por Bolívar Merizalde, quién hábilmente explotó un pésimo rechazo de Soria, el que de espaldas al arco quiso rechazar de chilena y no hizo más que servirle la pelota a los pies de Bolívar, que con derecha colocó la pelota en el centro del arco. El segundo tanto provino de un reclamo de los defensas audacinos, que quedaron parados esperando la sanción de un offside y permitieron que Walter Lasso, solo, sin marca alguna, convirtiera el segundo gol.

Audaz buscó en la complementaria

Es cierto que Audaz buscó el empate, pero en forma desordenada, desesperada, incoherente, sin orden y sin calidad. Salieron los de la banda blanca y verde a explotar el viento a favor y buscaron el gol por medio del “ollazo” y precisamente llegó el tanto de esa forma cuando Sinisterra desde la derecha se llevó la marcación de Díaz, que había rechazado de cabeza un centro del mismo moreno y con pierna izquierda acomodó la pelota y sacó un centro para la cabeza de Atarama que convirtió precisión a la derecha de Cadena.